Las redes sociales se han convertido en una nueva puerta de entrada a los grupos armados en Colombia. Utilizan vídeos al ritmo de cumbia y corridos para atraer a los jóvenes y generan contenido con la promesa de un futuro mejor. Un futuro que les sacará de la pobreza. Pero la realidad es muy distinta. ha hablado con dos profesores de zonas afectadas por el conflicto.